Terra baixa

Terra baixa es un texto fascinante que, a pesar de ser una historia de hace 125 años, evoluciona con una sociedad que también va cambiando. Los tonos melodramáticos ya hace tiempo que han abandonado este drama poético, que ahora nos interpela con toda su crudeza. La adaptación del Casal de Vilafranca respeta escrupulosamente, pero con una mirada contemporánea, la voz atormentada de Guimerà. Para explicar Terra baixa se ha reducido la obra a seis personajes, y se ha reorganizado la trama para potenciar las ideas y los hechos dramáticos esenciales que reflejan el espíritu de la obra: poder, abuso, deseo, bien y mal, y violencia. En esta propuesta actual y coral, se ha buscado la mirada de Marta, que es la protagonista y que nos golpea con palabras hoy muy vivas cuando dice «¡Mentira!… Pues me escucharéis, y me creeréis; ¡que no lo será, no, mentira!», y la complicidad de Nuri. El grupo ha luchado con cada palabra para que el texto, lejos de quedar recluido en el escenario, estalle sobre el público.

El proyecto de Terra baixa ha nacido del impulso de un ateneo de la Red de Teatros de Ateneos de Catalunya: el Casal de Vilafranca. Su paraguas ha sido el grupo Taller d’Assaig Teatre (TAT), cuyo director es Valeri Laguna, pero la compañía que se ha creado para este montaje se ha nutrido de actores y actrices de diferentes colectivos (del TAT encontramos la base, pero el casting ha sido más específico y selectivo).